miércoles, 29 de abril de 2015

¡LA HORA DEL CUENTO!

Esta tercera actividad fue realizada en grupos de 3 y consistía en elegir una técnica para leer nuestro libro a los compañeros; lectura, narración con libro o cuentacuentos. Yo elegí la técnica de lectura y leí mi cuento a 3 grupos diferentes. El libro que escogí se titulaba “No quiero ir a dormir” y estaba dirigido a niños de 4 años.
En realidad ninguna de las técnicas  me parecía de gran dificultad, además estaba muy motivada porque creo que este tipo de actividades son las que realmente mas se parecen a lo que vamos a hacer el día de mañana en un aula y para mí es muy importante hacerlo bien.
No quiero ir a dormir es un libro que trata sobre la historia de un pequeño tigre que nunca quiere irse a dormir debido a que tiene muchísimas ganas de descubrir aquel mundo que le rodea y piensa que irse a dormir es una pérdida de tiempo. También trata sobre todas las rutinas que tiene cada niño antes de irse a la cama. Es un gran libro para leer a los niños de esta edad ya que son cosas que a ellos les pasan y por lo tanto se van a sentir identificados.
Aunque sea una lectura, detrás de ella hay mucha preparación, ya que los niños no van a estar viendo el libro y mediante tus pausas, tus entonaciones, tus gestos y sobretodo tus miradas van a introducirse en esa lectura. En este libro aparecen muchos animales entonces pensé que el poner una voz para cada uno iba a ser perfecto para su perfecta comprensión, además la subida y la bajada de tonos también juega un papel fundamental a la hora de contarle.
Las preguntas que yo haría en un aula después de leer el libro serían estas:
-       ¿Os ha gustado?
-       ¿Con quién os habéis sentido identificados?
-       ¿Vosotros que hacéis antes de ir a dormir?
-       ¿Pensáis que el Pequeño tigre lo está haciendo bien?
-       ¿Qué haríais vosotros si fuerais el Pequeño tigre?
El primer grupo al que leí el libro estaba formado por Bruno y por Roberto. Suelo ser muy vergonzosa y sobre todo al estar con personas que no te relacionas directamente en tu día a día pero la verdad es que al haberlo preparado y pensar que tenía que hacerlo bien para aprender y se runa buena maestra me peso más que toda la vergüenza que llevaba, asique me puse al leer el libro. El feedback que me dieron la verdad que me dio más fuerzas de ir a otro grupo a leerlo; me dijeron que la entonación estaba perfecta, los cambios de tono cuando los personajes hablan alto, cuando están cansados o cuando hablan bajito porque los demás están durmiendo me dijeron que daban una emoción y unas ganas de seguir el cuento increíbles, además de que te ponían en situación. Las preguntas les parecieron muy buenas sobre todo las de las rutinas que hacían ellos antes de irse a dormir, ya que es un tema principal en el libro.  Me dijeron que debía de mirar más a los ojos, así que me fui a otro grupo y manos a la obra, intente mejorar esa cosa mala que me habían dicho.
El segundo grupo en el cual leí mi libro estaba formado por Alba y por Diana. Aquí ya no estaba nada nerviosa, además tenía muchas ganas de volverlo a contar y poder mejorar el aspecto de la mirada. Ellas me dieron un feedback muy parecido al de mis compañeros pero, a pesar de que mejore el aspecto de la mirada, me dijeron que lo mejorara mirando un poquito más. Las preguntas que propuse les parecieron muy buenas y muy apropiadas para esta edad.
El tercer y último grupo en el cual realice mi actividad estaba compuesto por Paola y Andrea. Puse en marcha todo lo que había hecho en los demás grupos y además mejore mucho el tema de la mirada. En esta última vez que leí el cuento todo salió perfecto. El leerles el cuento a mis compañeras me encantó, ya que las veía a ellas como verdaderas niñas mirándome con los ojos como dos platos para ver que iba pasando. Me dijeron que el cambio de voces y sobretodo del tono las encantaba y las había metido totalmente en el cuento.
Para mí, el realizar esta actividad más de una vez y poder mejorar aquellas cosas que has hecho más es fundamental y además es lo que más me gustó de toda la actividad. Como ya he dicho es muy importante la preparación previa para poder leer el libro de la manera correcta y trasmitirles a los niños lo que realmente queremos, pero lo que más me importó fue el poder mejorar aquellas cosas que había hecho mal.
Como ya he dicho anteriormente las ganas de contarlo y probar esto que realmente es lo más parecido a lo que me voy a encontrar en mi día a día en un futuro me peso más que toda aquella vergüenza que llevaba conmigo. Preparando el libro yo sola me sentía muy cómoda poniendo voces, haciendo gestos, pero cuando llegas a clase y se lo tienes que contar a compañeros que encima no estas con ellos en tu día a día sabía que me iba a dar vergüenza, pero como digo las ganas pudieron con ella.
En conclusión, creo que este tipo de actividades son imprescindibles para poder poner en práctica todas esas cosas que aprendemos, llevando a cabo nuestras habilidades y mejorando aquellas que no tenemos del todo desarrolladas.

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